SALUD DE LA MENTE, SALUD DEL CUERPO
En
nuestros tiempos, parece que las diferentes enfermedades han desaparecido con
el aparecimiento de una enfermedad antigua, pero hoy magnificada por intereses económicos,
como lo es esta gripe secundaria al contagio por un virus, como lo puede ser el
Coronavirus, que vino a nuestras sociedades sin invitación, pero con mucha
propaganda por parte de la Industria Farmacéutica la aceptación de los organismos nacionales e
internacionales con fines meramente económicos.
Con
una aureola de muchísimo miedo, las personas que padecen de otras enfermedades,
han visto cómo sus padecimientos quedan postergados, perdiendo así, la debida atención,
y además ven como las relacionan a la ya famosa entidad viral.
Pero
viajando en el tiempo, nuestra memoria contiene retazos de todas esas
dolencias, y buscando dentro de las raíces de nuestras vidas, vemos que a todas
ellas la ha acompañado siempre el miedo. Ese miedo aprendido del lenguaje
coloquial, semi mágico y muy supersticioso que fluye en las pláticas diarias
con los que nos rodean. El miedo se
transmite por la palabra, y se agiganta por la imaginación humana. Cada
persona que padece de alguna enfermedad no puede quitar el miedo como un
componente esencial de sus dolencias. Es tal vez, el síntoma más predominante,
dentro de los síntomas que una enfermedad puede dar. El miedo es un síntoma y
un signo muy particular de cada persona que padece de alguna dolencia. Es el
miedo un síntoma, es decir, es algo que la persona siente. Y es un signo, que
el terapeuta puede percibir y comprobar. La prevención de cualquier enfermedad,
además de las medidas de prevención material, está una mente tranquila y
fuerte, muy difícil de manejar en estos tiempos de hiperinformación, hiperconectividad, pero escasa comunicación.
1
Marzo 2022.-
Comentarios
Publicar un comentario
Los comentarios de este blog están moderados y han de tener la sana intención de fomentar el debate sobre lo que se plantea en las informaciones y opiniones de la página. Intente ajustarse al texto sobre el que comentar. Utilice un lenguaje correcto: claro, conciso y si va a realizar afirmaciones rotundas documéntelas. Los comentarios insultantes y/o que falten al respeto a los lectores del blog no serán publicados.